LO QUE APRENDÍ LEYENDO TITO 2

A pesar de estar en el siglo XXl muchas iglesias omiten el ministerio de mujeres por no contar con damas preparadas para enseñar; por esta razón, vemos a muchas sin interés en la teología, considerándola superflua, por lo tanto, muchas están frustradas por no ser profesionales, más que por tener un hogar estable; se preocupan por su apariencia, más que por su estado espiritual; o se esfuerzan por ser mejores que los hombres, más que por ser su ayuda idónea.

En Tito 2 encontramos 5 puntos que animan a la mujer a seguir creciendo en el conocimiento de las Escrituras

1. SÉ MAESTRAS DEL BIEN

Pablo inicia diciendo: “Y tú enseña la sana doctrina” las Escrituras no excluyen a nadie, por lo tanto, no solo el pastor tiene la responsabilidad de prepararse para predicar el evangelio, ¡asimismo las mujeres deben predicar el evangelio a toda criatura! tomando en cuenta que para agradar a Dios y para tener un testimonio eficaz, Su pueblo debe conocer Su palabra.

2. NUTRE TU MENTE

Salmos 2:3-7 nos dice: que busquemos la sabiduría como a tesoro, porque ella nos mostrará el temor a Dios y encontraremos Su conocimiento, porque Él es la sabiduría y de Su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Así que, comprendamos que no podemos enseñar algo que no tenemos o ignoramos; aprendamos de Priscila cuando junto a su esposo ayudo a Apolos a conocer el verdadero evangelio.

3. SÉ TESTIMONIO DE MADUREZ CRISTIANA

Siendo mujeres conocedoras de la verdad, nuestro fruto se verá reflejado en nuestras vidas, siendo sabias, prudentes, sujetas, agradables ante los ojos de Dios. Así mismo, las mujeres que enseñan deben ser ejemplo de las virtudes sobre las cuales amonestan e instruyen.

4. EDIFICANDO HOGARES CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS

Una mujer con conocimiento bíblico puede enseñar a las más jóvenes sobre Efesios 5:22 y 1 Timoteo 2:9-11, los cuales nos guían sobre cómo ser una mujer conforme a la voluntad de Dios, amando a su esposo, a sus hijos y cuidando de su hogar por amor a Dios y a su familia, de esta forma la iglesia contará con hogares fuertes y agradables a Dios.

5. ACTUANDO COMO UN SOLO CUERPO

El modelo bíblico de ancianas que viven el evangelio y enseñan a las más jóvenes a hacer lo mismo, es vital para que todas crezcan sanas. La vida de las mujeres no es fácil, pero apoyándose como un solo cuerpo en Cristo, el camino siempre será más llevadero.

La mujer es miembro importante para la fortaleza de la iglesia, por esta razón, necesita prepararse y fortalecerse para no desmayar en el proceso de enseñanza. Animemos a otras a ser parte de un ministerio en el que puedan crecer juntas para beneficio de sus hogares y su iglesia.

Ruego al Padre que muchas mujeres en el mundo tengan cada vez más sed del conocimiento de Su Palabra para ponerla en practica en su vida diaria.

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Bendiciones

Luca .