TODAS PODEMOS COCINAR
- Luca Cardoza
- 8 nov 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 nov 2022
Dios nos ha capacitado con habilidades para hacer todo aquello que sea en beneficio para nuestro prójimo, 2 Pedro 1:3a «Dios, por Su poder, nos ha concedido todo lo necesario para una vida plenamente piadosa» el problema es que no nos gusta hacerlo y nos justificamos diciendo que no somos buenas en esa actividad, que no contamos con las habilidades que tienen otras, no tienen tiempo o que ya estamos en el siglo 21, por consiguiente, todo es diferente. Ante estas excusas podría mencionar muchas responsabilidades que las mujeres no queremos hacer, pero hoy me enfocaré en la cocina.
El cocinar se ha vuelto un dolor de cabeza para muchas, no nos gusta complicarnos la vida, por lo tanto, simplemente resolvemos con meter todo al microondas y no hacer nada más, en estos tiempos tan agitados queremos seguir el ritmo que todos llevan y buscamos la salida más fácil, sin importar qué tan dañino pueda ser para nuestra familia, nos dejamos influenciar por lo que nos enseña el mundo, pensando que todo es mejor si tiene un mínimo de esfuerzo, pensamos que, haciéndolo así, seremos mujeres productivas.
Cuando he hablado sobre este tema con otras mujeres, la mayoría dicen lo mismo: No quiero picar vegetales, no me gusta fregar platos, no me gusta quemarme con el aceite, nadie agradece lo que hago, tanto esfuerzo y para nada. Y las que lo hacen reflejan tristeza y amargura al hablarlo, es como sí cumplieran con algo, porque no hay quien más lo haga.
Creo que muchas nos identificamos con estos comentarios porque hay que aceptarlo – cocinar no es fácil- requiere de tiempo y dedicación, pero si lo hiciéramos recordando lo que nos dice Pablo:
«Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor» Col 3:23–24 (NVI)
Entonces, actuaremos de otra manera, siendo conscientes que somos siervas de Cristo, mujeres que estamos luchando por ser piadosas, por lo tanto, no desviemos nuestra mirada en agradar a nuestro Creador y ser obedientes amando a nuestro prójimo como nos lo manda Cristo (Marcos 12:31)
En el tiempo que Dios me ha permitido cocinar profesionalmente, me he dado cuenta de que la mayoría de los libros de cocina son un poco complicados para muchas, haciéndonos creer que cocinar es solo para expertas, pero, no es así, todas podemos cocinar, todo es que queramos hacerlo por amor a otros, demostrando nuestro amor dándoles alimentos sanos y que los ayuden a tener un mejor estilo de vida.
Disfruta de la cocina, haz de ella un espacio a donde puedas hacer volar tu imaginación, tu creatividad y que tus comensales siempre pidan más de esos platos llenos de amor y esfuerzo.
No te limites, prepara algo delicioso y con esto no quiero decir un gran banquete, pueden ser solo unos huevos revueltos, pero serán esos huevos revueltos que te sabrán a gloria a ti y a tu familia. ¡Anímate y dale una oportunidad a la cocina y verás que logras crear muchas recetas que te encantarán!
Que el Señor haga prosperar las obras de tus manos y que todo lo que hagas sea cómo para Él.
Escribiendo para la gloria de Dios.
Luca
Gracias por este precioso recordatorio. Hacer las cosas no por necesidad o vanagloria sino para santificar el nombre de Aquel que nos creo mujeres y cuidar de nuestras familias.❤️❤️❤️❤️