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EL MEJOR REGALO RECIBIDO

  • Foto del escritor: Luca Cardoza
    Luca Cardoza
  • 7 dic 2022
  • 3 Min. de lectura

Inicia diciembre y todos corren a buscar sus regalos, ropa, juguetes y comida para las fiestas navideñas, es un correr sin parar por todos lados, las calles atascadas de carros, los centros comerciales están llenos de ofertas para el consumismo, la mayoría caemos en la mentira del mundo que nos dice que lo importante de esta fecha son las ofertas, reuniones y todo lo que podamos comprar, los niños están eufóricos por enviar su carta a San Nicolas y recibir el regalo que tal vez han esperado todo el año. Sin darse cuenta el verdadero significado de la Navidad yace sepultado de bajo de la montaña de regalos, arboles, reuniones sociales y vanidad.


Duele ver a las personas aglomeradas en el mall peleando por ser los primeros en comprar el ultimo modelo del celular o los zapatos de moda, insultos en la calle, conductores agresivos y desesperados por el tráfico, esta fecha me hace pensar en una tetera apunto de sacar todo el vapor, en lugar de ser una fecha para sonreír y ser amables, es cuando más pleitos y accidentes hay por falta de tolerancia en las personas, recuerdo que cuando era pequeña lo malo de estas fiestas eran las borracheras de mi papá, entre más fiestas habían más pleitos en casa, creo que descuidamos totalmente el significado de estas fechas, las enfocamos en nosotros y no en la verdadera razón de celebración.


Olvidamos que somos pecadores


Al olvidar que somos pecadores o al no aceptarlo, hace que no nos importe si alguien murió por nuestros pecados, no nos importa saber si lo hizo por obligación o por amor, recuerdo muy bien lo que le conteste a mi mamá cuando trató de explicarme por qué murió Jesús, mi respuesta fue: “yo no le pedí que muriera por mí” mi pecado no me dejaba ver el valor que tiene la muerte de Cristo en la cruz, pero hoy comprendo que sin Su muerte no hubiera sido salva por Su Gracia, siendo yo tan pecadora lo que merecía era la muerte y la ira venidera de Dios.


Jesús nuestro Salvador


El mismo Jesús nos dice que Él es el camino, la verdad y la vida y que nadie llega al Padre si no es por Él (Juan 14:6), por lo tanto, en estas fechas es cuando conmemoramos Su nacimiento y nos regocijamos, porque por medio de Él somos salvos y no por méritos propios. Cristo fue ese cordero inmolado que fue sacrificado por cada pecador que hay en el mundo y todo aquel que en Él cree tendrá vida eterna (Juan 3:15).


Ahora mi querida lectora ¿en qué está tu mirada, en los afanes de este mundo consumista o en saber cómo acercarte cada día más a Dios por medio de Jesús, quien murió en la Cruz y a quien le damos gracias por nacer para ser nuestro único y verdadero Salvador?

Deja de correr por el afán de las compras, mejor corre a los pies de Cristo con arrepentimiento por desviar tu mirada y olvidar que lo verdaderamente importante en estas fechas es dar a conocer las buenas nuevas de salvación y que gracias a Cristo somos salvos, «que Él se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz». Efesios 2:7-8.


Ruego a Dios porque en esta navidad muchos hogares se reúnan para celebrar el nacimiento de nuestro único y suficiente salvador, dejando a un lado el interés personal y económico, que lo mas importante sea dar gracias a Dios por el mayor regalo recibido, Jesús nuestro Señor y Salvador.


Escribiendo para la gloria de Dios.

Luca.



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